Me descubrí esta tarde guardando mis besos en tu boca
Descubrí que no los guardaba, pues cuando se guardan regresan
Pero cuando se regalan ya no vuelven
Digo entonces, me descubrí esta tarde regalando mis besos a tu boca
Me descubrí un día escribiéndote como una tonta, como una enamorada
Me descubrí pensando en ti, en ti, niño de los ojos tristes
Me descubrí sintiendo tu caricia, a pesar de que estas tan lejos
Sintiéndote cerca, sintiéndote aquí.
Me di cuenta un día
Que ya te pertenecía, que era tuya, como nunca de nadie mas
Que eras aquel ángel, que mis alas debía curar
Que eras esa alma a la que debía ayudar
Que tu eras mi cielo, que ya no deseaba nada mas.
Me he descubierto amándote como tonta, como entupida
Me he dado cuenta muy tarde
Pues yo no soy ya ni tu ángel, ni tu cielo, ni tu nada
Me he castigado esta tarde por descubrirme amándote
Pero, a mi alma no le importa mi castigo
Pues te escribo estas palabras, pensando en ti
Mirarme!, aquí estoy una vez mas amándote
Que castigo le puedo poner a esta alma
Si ya ninguno le importa
martes, 10 de abril de 2007
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3 comentarios:
pues creo que me tocó ser tu admiradora numero dos... jejeje pero no importa, no hay segundo malo... y la verdad que me quede cautivada por tu forma de escribir... y como te dije, seguro es que no tienes comentarios porque al acabar de leer uno se queda sin palabras... WOW
tu admiradora número tres...
este no lo habia leído.
Vanessa!
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